Friedrich Nietzsche, está bien muerto
En varios Post hemos contado, como hacia finales del siglo XIX, la
ciencia se dio cuenta de cúan equivocados estábamos en nuestras
pretensiones por conocer TODO; se necesito de mucho valor para
aceptar que los callejones sin salida, por los que transitábamos eran
producto de nuestro escaso conocimiento de la Realidad.
Y si la ciencia estaba equivocada, que podíamos esperar de las otras
disciplinas humanas. Las corrientes de pensamiento eran claramente
deterministas. El materialismo era glorificado; el universo siempre había
existido; la vida era producto del azar y su dinámica evolutiva.
Un nuevo invento llamado psicología pretendía explicar científica y
determinantemente la mente del hombre, y algunos creían que la religión
agonizaba.
Y ahí tenemos a nuestro personaje, un desafortunado hombre que en
medio de su pesimismo, quiere convertirse en el profeta del siguiente
siglo, mi siglo, el siglo en el que nací, el siglo XX. Perdió la razón, antes
de concluir la que sería según él alguna especie de libro guía a las puertas
de un nuevo milenio, aunque parte de esas ideas quedarón plasmadas en el
famoso y poéticamente escrito libro: "así habló Zaratrusta" cuya edición
privada de 40 ejemplares repartida entre sus "amigos" alcanzó
repercusión en un mundo tremendamente confundido.
Uno de esos confundidos amigos fué el compositor alemán Richard
Wagner, quien le dedicó a esa obra una sinfonía, que aunque no conozcamos
en sí, tiene una introducción que todos hemos oído alguna vez.